Cuento de Blancanieves

Érase una mañana, Blancanieves estaba en su habitación escuchando música desde su iPhone con el spotify, mientras chateaba con su amigo a través de Skype. Le comentó la canción que estaba escuchando en ese momento diciéndole que le gustaba mucho. Le propuso a su amigo que utilizara el soundclound para escucharlos juntos pero  se llevó una sorpresa cuando vio que  Blancanieves le había dedicado una frase en el estribillo de la canción. Él se emocionó mucho, tanto que le escribió un twitter bonito y ella lo retwitteó.

La madrastra de blancanieves leyó ese twitter y se puso celosa por los seguidores que tenía su hijastra. Tras discutir, Blancanieves salió al jardín y activo su nike training para hacer un poco de deporte. 

Los trabajadores que observaban a Blancanieves haciendo deporte, se quedaron entusiasmado por lo que decidieron dejarle comentarios en Facebook, la madrastra que estaba muy atenta a la actividad social de Blancanieves y sus nuevos contactos, se enfadó aún más y terminó por echarla de casa.

Muy triste, Blancanieves cogió su coche y al arrancarlo se dio cuenta que no tenía gasolina y además no llevaba mucho dinero por lo que con su app gasolinaapp pudo saber que gasolinera estaba más barata. Con gasolina, activó su avisador de radares y se dispuso a ir a casa de los enanitos, los cuales le enviaron la ubicación por el grupo de WhatsApp para que llegara sin problema.

Mientras conducía, escuchó una canción de la cual se enamoró y utilizo el shazan para saber su título. Cuando llegó a la casa de los enanitos, todos le saludaron muy contentos. Ella le dijo a Sabio que se descargara por Share la canción que había escuchado por el camino. Cuando se la bajo le dijo  a uno de ellos cual era el titulo para que se la descargase por youtube. 

A la mañana siguiente se levantó muy triste y decidió ir a comprar ropa. Mientras miraba en Zara unos vaqueros se cruzaron con un dependiente muy apuesto el cual le preguntó si necesitaba algo. Blancanieves quedó perpleja al ver tanta belleza y decidió arriesgarse y pedirle una cita. Al ver su nombre en la chapa, Prince, decidió buscarlo en Facebook. Estuvieron toda la noche contándose sus anécdotas y decidieron ir la tarde siguiente al paseo marítimo.

La madrastra de Blancanieves estaba atenta en todo momento al localizador del móvil de su hijastra lo cual no dudó en seguirla. Mientras Prince y la muchacha iban dando un romántico paseo por la orilla del mar. De pronto se quedaron parados y se fundieron en un precioso beso. Esto enfureció a la madrastra, la cual no dudo en entrometerte y separar a la pareja. Cogió a la Blancanieves a la fuerza y se la llevó a la mansión. Mientras Prince miraba perplejo a lo que estaba sucediendo, ya que él no entendía el por qué. 

La madrastra la encerró en su habitación sin móvil ni ordenador ni tablet ni niguna otra tecnología que la dejara comunicarse. Transcurridos dos días, un sirviente que fue a llevarle el desayuno a la chica, le dejó su móvil para que llamara a los enanitos para que la ayudaran. No podía usar otro medio, porque si no la madrastra se enteraría de todo. Sus amigos le dijeron que esa noche la iban a ayudar, así que ella agradecida con su sirviente y con impaciencia por que llegara la noche, se quedó en su habitación. Ya caída la noche llegaron al fin los enanitos, los cuales se dividieron para rescatar a Blancanieves y su iPhone. Todo salió a la perfección. Una vez fuera de los terrenos de la madrastra, la muchacha llamó rápidamente a Prince para contarle lo ocurrido y pedirle disculpas por lo sucedido. El chico lo comprendió y se dirigió a casa de los enanitos, donde se reencontraron con un apasionado beso, el cual lo inmortalizaron con una fotografía y la subieron a instagram. Un gran error porque al amanecer la madrastra lo vio y muy enfurecida fue a la habitación vacía de Blancanieves. Tal fue su enfado que se fue corriendo a sus aposentos, donde ideó un malvado plan.

Blancanieves, Prince y los enanitos estaban todos en la casa preparando el desayuno, cuando de pronto llamaron a la puerta. Era la madrastra. La chica le pregunto qué hacía ahí, y ella respondió que estaba muy apenada y avergonzada por lo que había hecho y le ofreció una tarta de manzana para desayunar. Ella muy incrédula la aceptó. Al primer mordisco calló al suelo. La tarta estaba envenenada. La madrastra muy feliz salió corriendo, pero los enanitos fueron tras ella atrapándola y entregándola a la policia. Mientras Prince se quedaba con Blancanieves tumbada en el suelo. Éste llamó a un médico, el cual llegó muy pronto y consiguió curar a la muchacha. Cuando los enanitos llegaron, se encontraron con Blancanieves sana y contaron que la madrastra obtuvo su merecido, la cárcel. 

Al fin Blancanieves pudo ser feliz junto a Prince y sus amigos.

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